SANEOS SUPERFICIALES
En lugares inaccesibles para la maquinaria, la eliminación de bloques inestables sólo puede hacerse de forma manual, mediante personal especializado, que mediante técnicas de escalada accede hasta los actuación y con herramientas manuales procede al derribo de los bloques.
Herramientas habituales son martillos demoledores o picadores, palancas, perpalinas, desencofradores o ”patas de cabra”, morteros expansivos, gatos hidráulicos etc.
La labor de saneo manual debe ser realizada por personal muy especializado, capaz de discernir que bloque debe o no ser saneado, en que momento y con que herramienta.
Un saneo incorrecto puede generar mayores inestabilidades. Se trata de un trabajo ”ingrato” en cuanto a su espectacularidad, porque nunca parece estar concluso (”siempre quedan piedras”) pero muy efectivo.
La peligrosidad es evidente, y la necesidad de estudiar el talud antes de la actuación es muy manifiesta. Puntos de “amarre”, líneas de vida, posibles trayectorias de bloques o vías de escape son elementos que el equipo de trabajo debe estudiar con minuciosidad antes de comenzar cualquier saneo.
Si en toda actividad ligada a la estabilización de taludes, la especialización del personal es prioritaria, ninguna técnica requiere tanto una experiencia y perfecta coordinación entre todos los componentes del equipo como el saneo manual de bloques.